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El invierno y el mal tiempo ya están aquí y como ocurre cada año la situación meteorológica en algunas ocasiones suele ser algo complicada. Todos los conductores deberían de estar prevenidos y aumentar sus precauciones en carretera, especialmente en caso de posibles nevadas y temperaturas bajo cero que en ciertas circunstancias suelen formar grandes heladas.
Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) se ha elaborado un decálogo con reglas básicas que hay que conocer para saber cómo conducir a la hora de encontrarnos con situaciones de nieve o hielo. De igual manera, nos recuerdan que si tenemos la intención de realizar un viaje en condiciones meteorológicas muy adversas, deberemos considerar si realmente es necesario ponernos en marchar en esa ocasión. En caso de que tengamos que emprender ese trayecto de forma inevitable, CNAE aconseja conocer previamente los avisos de la DGT y AEMET.
Decálogo para conducir sobre nieve o hielo
- Si nieva o hiela es mejor no conducir. Se debe consultar el parte meteorológico en el Instituto Nacional de Meteorología www.aemet.es, o bien, en la página web de la DGT www.dgt.es.
- Cuando se conduce sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades (especialmente sobre hielo). Por ello, todas las acciones del conductor se realizarán de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, frenos, acelerador, etc., deben aplicarse con suavidad.
- En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera será aconsejable encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera. En caso de fuertes nevadas, es obligatorio encender la luz antiniebla trasera. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones.
- Al conducir sobre nieve: circular por las roderas que haya dejado otro vehículo, cuando haya suficiente nieve en la calzada. En caso de poca nieve, circular por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves (sólo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que sólo frena 2 ruedas).
- Al conducir sobre hielo, el conductor tiene que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad…
- Descansar cada 2 horas, o cada 200km. En condiciones meteorológicas adversas la fatiga aparece mucho antes. Llevar bien ventilado el vehículo para no acumular dióxido de carbono (CO2) y, si se fuma, monóxido de carbono (CO), y no abusar de la calefacción, ya que produce somnolencia. La conducción con fatiga está relacionada indirectamente con un 20-30% de los accidentes.
- No entrar al vehículo con el abrigo puesto. Es muy incómodo para conducir y, además, el cinturón no funciona correctamente si no va pegado al cuerpo. Al entrar, se deben bajar las ventanillas para evitar que los cristales se empañen mucho más. También se puede usar el aire acondicionado para desempañar con mayor rapidez.
- Conseguir una visibilidad clara y diáfana de la carretera a través de todos los cristales del vehículo. Utilizar un rascador de hielo o algo que no arañe los cristales (nunca echar agua caliente a los cristales para descongelarlos, podrían romperse). Limpiar de hielo y vaho sólo una pequeña parte del parabrisas, es una imprudencia y, además, es sancionable. Es conveniente utilizar la luz de cruce durante el día para ser visto con mayor facilidad.
- Llevar una manta, algo de comida y bebida en el vehículo si se va a circular por carreteras que estén probablemente cortadas. Llevar cadenas, al menos un par, que se tendrán que colocar en el eje motor del vehículo cuando sea obligatorio (conviene practicar cómo colocarlas). Además, conviene llevar el teléfono móvil cargado o disponer de un cargador de móvil adaptable a la corriente del coche.
- Dando por hecho que el mantenimiento del vehículo es el correcto, hay que prestar especial atención allíquido refrigerante con anticongelante (y que se ajuste a las temperaturas que vaya a soportar el vehículo). Añadir también algo de anticongelante al lavaparabrisas. La presión de los neumáticostambién cobra especial importancia; hay que revisarla, al menos cada 15 días, y colocar el mejor juego de neumáticos en el eje trasero.